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El término corresponde a “sustancias químicas disruptoras endocrinas”, EDCs en inglés o simplemente disruptor endocrino (DE), acuñado oficialmente en 1991 en Wisconsin (The Lancet Diabetes & Endocrinology. 2020).
Por Dr. Alejandro Malpartida. Vita Salus, Argentina.
Los DE son sustancias exógenas que interfieren con la síntesis, secreción, transporte, señalización o metabolismo de las hormonas responsables de la homeostasis, reproducción y procesos de desarrollo. Estas sustancias químicas tienen efectos adversos para la salud de un organismo intacto o su descendencia, como consecuencia de cambios en la función endocrina que pueden llegar a alterar el sistema hormonal, tanto en humanos como en otros seres vivos.
Estas sustancias pueden alterar el sistema endocrino u hormonal, además de dañar la salud de las mujeres y hombres expuestos, son capaces también de provocar efectos en la descendencia femenina como en la masculina. Estas cuestiones fueron recopiladas en la declaración de Praga en 2005, donde se contaba sobre malformaciones de órganos sexuales, retrasos en el desarrollo embrionario, tumores, cambios en el comportamiento y alteraciones del sistema inmunológico. Asimismo, los efectos más preocupantes ocurren en hijas e hijos de madres expuestas durante el embarazo y la lactancia.
Algunos de los DE que se encuentran comúnmente en el entorno son: bifenilos policlorados (PCB), bifenilos polibromados (PBB), 2,3,7,8-tetraclorodibenzo, p-dioxina (TCDD), plásticos como el bisfenol A (BPA), plastificantes como los ftalatos, pesticidas como el metoxicloro, clorpirifos, diclorodifeniltricloroetano (DDT), fungicidas como la vinclozolina así como compuestos farmacéuticos como el dietilestilbestrol (DES), Diamanti-Kandarakis (2009).
Muchos otros DE frecuentemente utilizados refuerzan con alta probabilidad efectos nocivos han sido identificados previamente por un panel de expertos comisionado por la OMS y el PNUMA, como así también por expertos de la UE (Declaración de Praga). Se suman a estas sustancias ya muy conocidas: metales tales como cadmio, plomo, mercurio, uranio y el arsénico, otras muy difundidas en la industria cosmética como los parabenos.
Los disruptores endocrinos son sustancias químicas que afectan también la reproducción y la salud de otras especies animales debido a la contaminación ambiental. Muchos de los DE que han sido señalados nocivos, actualmente se consideran promotores de muchos desórdenes (SSL COO 2021), entre ellos:
- Efectos en la salud reproductiva de mujeres y hombres: Pubertad precoz, reducción de la fecundidad femenina, reducción de la fertilidad y daños congénitos, síndrome de ovarios poliquísticos (SOP), endometriosis, fibromas uterinos, disminución de la calidad del semen, criptorquidia (falta de descenso de testículos), hipospadias (falta de cierre del canal uretral en varones).
- Generación o promoción del crecimiento tumoral en órganos que dependen de efecto hormonal: cáncer de mama, cáncer de próstata, cáncer de testículo, cáncer de tiroides.
- Alteraciones del sistema neurológico: trastornos de aprendizaje, autismo, parálisis
- cerebral, pérdida de memoria, alteración de la conducta, etc.
- Alteraciones metabólicas: diabetes, síndrome metabólico, obesidad – muchas mediadas también por generación de disbiosis intestinal acompañante.
- Alteraciones del sistema inmune: relacionadas con las alteraciones metabólicas, se menciona la esclerosis múltiple, síndrome de fatiga, fibromialgia, encefalopatía miálgica.
La Unión Europea aunque ha venido trabajando desde hace muchos años y la prueba de ella es la conferencia de Praga, fue recién en 1919 que adoptó una resolución que ordena a la comisión correspondiente proponer una legislación para regular los DEs, sobre todo en juguetes y cosméticos; y actualizar las normas en materiales en contacto con alimentos. Así mismo se actualizan en el Reglamento REACH.
¿Qué hacer ante este escenario?
Desde la salud pública apoyar políticas e iniciativas de reducción de su uso e inclusive ilustrar a los legisladores para Implementar regulaciones sobre la producción y uso de elementos con DE. Es importante siempre la reflexión y el cambio de hábitos, como ciudadanos que consumimos productos y servicios podemos ejercer nuestra capacidad a elegir. Así, desde los hogares, se debe priorizar el uso de productos enteramente de origen natural, no sintético y evitar el uso de plásticos en contacto con alimentos calientes. Optar por alimentos orgánicos y evitar productos con fragancias sintéticas. No utilizar envases plásticos para calentar alimentos, leer los membretes, marbetes o prospectos de los productos en cuanto a las sustancias que los componen, sobre todo en los cosméticos y productos de limpieza.
Bibliografía
SSL COO 2021 – SECRETARÍA DE SALUD LABORAL DE CCOO DEMADRID Disruptores Endocrinos Impacto en la reproducción, embarazo y lactancia natural- VI Plan Director de Prevención de Riesgos Laborales de la Comunidad de Madrid (2021-2024) CCOO DE MADRID
The Lancet Diabetes E. EDCs: time to take action. Lancet Diabetes Endocrinol 2020; 8: 649.