En los meses fríos, no solo baja la temperatura, también bajan nuestras defensas. Y el invierno trae consigo una mayor exposición a virus respiratorios, estos últimos años hemos notado que los resfriados tienden a durar más y a ser más intensos. Pero ¿sabías que una buena alimentación puede marcar la diferencia entre un cuerpo vulnerable y uno fortalecido?
La alimentación sirve como un escudo natural, el sistema inmunológico necesita nutrientes clave para funcionar correctamente. Cuando nuestra dieta es deficiente en vitaminas, minerales o proteínas, las defensas bajan y los virus aprovechan para atacar.
A continuación, te comparto algunos nutrientes esenciales para enfrentar el invierno:
Incluye alimentos ricos en antioxidantes y Vitamina C
Frutas como el kiwi, naranja, frutillas, arándanos, brócoli y pimientos ayudan a reducir la inflamación, fortalecen las defensas gracias a su aporte de vitamina C y disminuyen la duración e intensidad de los resfriados.

Alimentos ricos en Zinc
Este mineral es clave en la producción de células inmunitarias. Puedes encontrarlo en carnes magras, huevos, semillas de zapallo, nueces y legumbres.
Probióticos
Los probióticos refuerzan el intestino, una gran parte del sistema inmune se encuentra en la microbiota intestinal. Los yogures naturales, kéfir y alimentos fermentados ayudan a mantener un intestino sano y resistente para que el sistema inmune se fortalezca aún más.
Vitamina D
Tiende a estar muy disminuida en invierno al haber menos exposición solar, muchas personas presentan deficiencia de esta vitamina y es clave para el sistema inmune, ya que mejora la producción de péptidos antimicrobianos, como la catelicidina, que destruyen virus y bacterias. Puedes obtenerla del huevo, pescados grasos como salmón y atún, y, si es necesario, a través de suplementos indicados por un profesional de salud cuando el déficit es muy severo.
Recuerda también evitar el consumo frecuente de alimentos ultraprocesados y el exceso de azúcar ya que esto debilita el sistema inmunológico y dañan nuestra microbiota intestinal, aumentan la inflamación y deterioran la masa muscular, esto hace que las enfermedades duren más tiempo.
También puedes añadir a tu dieta semanal cebolla, ajo y jengibre. Estos ingredientes tienen propiedades antibacterianas y antivirales naturales. Puedes usarlos en sopas, guisos o infusiones.
Prefiere preparaciones calientes y caseras, sopa de verduras con carne, sopa crema natural con cúrcuma o un guiso con zapallo con verduras de todos los colores, proteínas de buena calidad y grasas saludables como las del aceite de oliva y frutos secos puede ser reconfortante, antiinflamatorio y muy nutritivo en esta temporada.
Toma suficiente agua, incluso si no tienes sed, La hidratación ayuda a eliminar toxinas y a fluidificar las secreciones respiratorias, lo que facilita la recuperación.
¿Y si ya estás resfriado?
Comer bien es igual de importante. Aunque tengas menos apetito, elige alimentos suaves pero nutritivos: caldos, infusiones, frutas blandas, purés o sopas crema naturales con proteína. No dejes a tu cuerpo sin herramientas para sanar.