En los últimos años, el uso de ingredientes naturales en la cosmética ha ganado popularidad debido al creciente interés por opciones más saludables, sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Sin embargo, el aumento de esta tendencia ha generado también numerosos mitos que muchas veces carecen de respaldo científico. Desde una perspectiva farmacéutica, ¿qué hay detrás de esta moda? ¿Es realmente tan efectiva como se promociona?
Verónica Fuica, química farmacéutica de la Clínica Alemana de Valdivia, explica que la estabilidad de los ingredientes naturales depende de factores como temperatura, humedad y solubilidad. Por ejemplo, el colágeno pierde eficacia a temperaturas superiores a 37°C, mientras que los productos que se disuelven en agua o por su nombre científico hidrosolubles se absorben más rápido pero requieren condiciones específicas para mantener su funcionalidad.
Por su parte, Camila Mercado, química farmacéutica y directora técnica en farmacias Cruz Verde Vitacura, advierte sobre el peligro de productos naturales no regulados. “Existen cursos y talleres que enseñan a fabricar cosmética natural sin supervisión profesional ni estándares adecuados. Esto puede resultar inseguro para el usuario final”, afirma Mercado. Y aunque los ingredientes naturales pueden coexistir con los sintéticos en una rutina de cuidado personal, es esencial que estén respaldados por estudios científicos y regulaciones oficiales, como por la base de datos cosméticos registrados y notificados entregado el Instituto de Salud Pública de Chile.
Entonces ¿Que debo considerar?
La especialista señala tres pilares fundamentales en cualquier rutina facial; protector solar (físico o químico), hidratantes como el ácido hialurónico y antioxidantes como retinol o vitamina C. Estos componentes tienen beneficios comprobados para proteger la piel del daño solar, mantenerla hidratada y combatir el envejecimiento prematuro. Además, destaca sobre errores comunes al combinar productos: “Usar exfoliantes químicos junto con retinol sin protección solar puede provocar quemaduras o hiperpigmentación”. También destaca que pasos tradicionales como el uso del tónico facial ya no son necesarios debido a la regulación del PH en los agentes limpiadores modernos.
El uso de ácidos en rutinas caseras ha ganado popularidad gracias a sus propiedades exfoliantes e hidratantes. Según la experta, algunos ácidos seguros para la piel incluyen el ácido glicólico, que aparte de hidratar y exfoliar ayuda a regular la rosácea, también menciona el ácido azelaico que tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidante, por último destaca la función del ácido hialurónico que ayuda a contrarrestar los signos del envejecimiento y mejorar la salud general de la piel. Sin embargo, otros como la tretinoína o el peróxido requieren supervisión médica debido a su potencia y posibles efectos adversos si se usan incorrectamente.

La vitamina C también destaca por sus propiedades antioxidantes. Camila recomienda utilizarla en forma de extracto concentrado en serums para garantizar su eficacia, ya que las concentraciones presentes en frutas como naranjas o mandarinas son demasiado bajas para generar un impacto significativo en la piel.
La cosmética natural puede ofrecer beneficios reales cuando se utiliza correctamente, pero es importante diferenciar entre productos respaldados por evidencia científica y aquellos que apelan únicamente al marketing. Consultar con profesionales antes de incorporar nuevos productos a nuestra rutina es esencial para cuidar nuestra piel y salud. El debate entre lo natural y lo sintético no debe ser una competencia pues ambos enfoques pueden coexistir si se integran con conocimiento y responsabilidad.