Inflamación silenciosa: como identificarla y qué hacer si me esta afectando

La inflamación es un proceso de defensa natural y necesario del cuerpo, ésta se activa para protegernos de infecciones, de virus y bacterias, lesiones y/o toxinas. 

Sin embargo, cuando la inflamación se vuelve crónica y está presente por largos periodos de tiempo sin un motivo evidente, se puede convertir en un enemigo silencioso que daña tus tejidos, altera tu sistema hormonal y aumenta el riesgo de diversas enfermedades.

La evidencia científica actual demuestra que la alimentación es uno de los factores que más influyen en la inflamación del cuerpo.  Hay alimentos que intensifican este proceso de inflamación y existen otros alimentos que ayudan a reducirla favoreciendo el funcionamiento y el bienestar general del cuerpo. 

Los alimentos que intensifican el proceso inflamatorio del cuerpo son: 

  • Azúcares refinados y Carbohidratos ultraprocesados (pastelería, galletas azucaradas, pan blanco alto en azúcar, cereales refinados)
  • Frituras y grasas trans (comida rápida, alimentos envasados, margarinas)
  • Embutidos, salchichas y quesos procesados 
  • Alcohol en exceso ya que aumenta la permeabilidad intestinal y estrés hepático  

Estos alimentos producen inflamación ya que aumentan el estrés oxidativo produciendo radicales libres que dañan las células y alteran la microbiota intestinal aumentando la producción de bacterias inflamatorias.

Lo que puede desencadenar diferentes tipos de condiciones o enfermedades: 

  • Hígado graso no alcohólico 
  • Resistencia a la insulina y diabetes tipo 2 
  • Problemas hormonales como el Hipotiroidismo 
  • Enfermedades cardiovasculares 
  • Artritis, Fibromialgia y dolores crónicos 
  • Sindrome de intestino irritable 
  • SIBO (sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado) 
  • Trastornos del ánimo, ansiedad y fatiga. 

Cómo podemos prevenir y tratar la inflamación desde la alimentación 

1.- aumentar el consumo de alimentos antiinflamatorios como

  • frutas y verduras frescas ya que son altas en antioxidantes 
  • Alimentos ricos en omega 3 como el salmón y sardinas, palta, nueces, semillas de chía y linaza 
  • La cúrcuma, el jengibre y la canela son alimentos ricos en antioxidantes y antiinflamatorios 
  • Prefiere carnes magras como el pollo sin piel, posta rosada, posta negra, Huevos
  • Carbohidratos complejos como los granos integrales (arroz integral, avena, quinoa) estos son de absorción lenta y proporcionan liberación de energía sostenida en el cuerpo. 

2.- Prioriza alimentos naturales, ya que los alimentos envasados pueden contener preservantes, colorantes y aditivos que producen inflamación crónica. En cambio los alimentos naturales, benefician tu salud a largo plazo y tienen un mayor valor nutricional. 

3.- Reduce alimentos ultra procesados y altos en azúcar. Controlar esto regula tus niveles de glicemia e insulina, disminuyen los triglicéridos y mantiene una microbiota saludable. 

4.- Mantener una correcta hidratación a través de agua o infusiones de hierbas, ayuda al cuerpo a eliminar toxinas y mantener las articulaciones lubricadas. 

5.- complementa estos hábitos saludables con dormir bien (necesario para que el cuerpo se regenere de la forma correcta día a día). Gestiona el estrés (ya que un nivel de estrés alto de manera constante, altera la digestión y aumenta la producción de ácido estomacal, lo que provoca un desequilibrio en la microbiota intestinal). Mantenerse activo (es importante ya que acelera el proceso digestivo, fortalece la musculatura, sobre todo abdominal y además reduce el estrés) 

“La inflamación crónica no aparece de un día para otro: se va formando lentamente con nuestros hábitos, pero también puede revertirse con pequeñas decisiones sostenidas en el tiempo. Priorizar alimentos reales, nutritivos y equilibrados es una de las herramientas más efectivas para recuperar energía, proteger la salud y mejorar profundamente la calidad de vida.”

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