¡Verano! Estación tan esperada por todos nosotros, vacaciones, playa, sol, actividades al aire libre, excursiones a la montaña, caminatas al lago, entre otras. Sin embargo, detrás de toda esta fortuna de disfrute, la exposición prolongada a los rayos UV genera efectos en tu piel que, de no estar atenta, puede generar deshidratación, quemaduras por el no uso de fotoprotector e irritación, y con signos de envejecimiento prematuro.
La exposición solar tiene efectos en la piel más allá de generar radicales libres por el bronceado, que finalmente es la defensa de la piel contra el ataque del sol. La piel ralentiza su ciclo natural de exfoliación y la capa córnea se torna más gruesa, por lo que puede parecer que está más opaca y rugosa. El no cuidado de tu piel, genera una pérdida de agua transdérmica, lo que provoca que la piel se sienta tirante y seca; generando rompimiento de fibras de colágeno y elastina, contribuyendo a la aparición de arrugas y líneas de expresión, como también se pueden generar quemaduras o desarrollar cáncer de piel.
A partir de esto, es muy importante el cuidado que le prestes en esta temporada; por ejemplo, entre las acciones de autocuidado procura:
- Hidratarla luego de haberla expuesto al sol, ya que esto te ayudará a restaurar la barrera, minimizando la pérdida de agua y facilitando la reparación de los tejidos dañados. Te recomiendo utilizar tu ácido hialurónico Kallfudungu AM de día y de noche y tu crema reparadora de noche Peuma Milla y de día tu crema hidratante Nepeln Antu.
- Protege tu piel frente a los rayos UVA y UVB, con fotoprotector factor 50, reaplicando las veces que sea necesario, sombrero de ala ancha, no exponiéndote directamente al sol en las horas de mayor radiación.
- Limpia la piel todas las noches; esto es fundamental para eliminar todas las impurezas que tu piel ha absorbido durante el día (sebo y transpiración, polvo, filtros solares).
- Exfolia a lo menos una vez a la semana, ya que en verano con el calor, las células muertas se acumulan y las capas superficiales de la piel aumentan su grosor (esto siempre y cuando la piel esté sin quemaduras de sol).
- Trata en lo posible de consumir una dieta rica en antioxidantes, aprovecha la temporada de frutos rojos y tener un buen descanso.
- Visita a tu cosmetóloga para que te realice una limpieza facial profunda y pueda hidratar más profundamente tu piel.
Sigue estos consejos para cuidar tu piel y disfruta de la temporada de verano como se merece, sin disgustos ni daños para la salud de tu piel.
Ester Millahueique Martínez
