Secreto de la Patagonia: La Historia de una chocolatería que conquistó el Sur

En una conversación exclusiva con la penquista fundadora de SECRETO DE LA PATAGONIA, Carolina Cárdenas Bozzo nos cuenta cómo pasó de ser una madre de familia en Punta Arenas a convertirse en la pionera de la chocolatería gourmet en Magallanes y creadora de la mayor variedad del mundo de productos premium en base al Calafate. 

Hace veinte años, Carolina junto a su esposo magallánico, tomó la audaz decisión de mudarse desde Concepción a Magallanes, dando inicio a una aventura que cambiaría sus vidas para siempre.

Historia

«Me casé con un magallánico y a los 12 años de matrimonio dijo, nos vamos a Magallanes. Y ahí llegué yo», relata Carolina mientras rememora sus inicios. Con cuatro hijos, en apenas un año en la nueva ciudad, Carolina buscaba una forma de emprender sin comprometer su tiempo familiar. Fue entonces que su esposo, César, sugirió la idea de abrir una chocolatería, a pesar de las reticencias iniciales de Carolina.

Después de tomar un curso en Buenos Aires sobre chocolate fino, Carolina regresó a Punta Arenas y comenzó a fabricar chocolates en su cocina. Lo que empezó modestamente pronto se expandió a un pequeño local que adaptaron en su propia casa. «Al principio, solo abrí la puerta y la gente empezó a entrar. El boca a boca nos hizo conocidos», comenta Carolina sobre los inicios de su negocio.

Con el tiempo, mudaron su operación a una casa más grande donde separaron el espacio para la chocolatería del área residencial. Esta casa, una antigua propiedad comercial en Punta Arenas, se convirtió en el hogar de su chocolatería, que no tardó en ganar popularidad entre locales y turistas por igual. «Abrí sin hacer publicidad ni nada porque quedé embarazada de mi sexta hija. Sólo abrí la puerta, sí», cuenta Carolina sobre los primeros días de su negocio.

Zona Franca

El crecimiento continuó con la apertura de una sucursal en Zona Franca, hoy ZONAUSTRAL, lo que marcó un punto de inflexión en la expansión de SECRETO DE LA PATAGONIA. «El lugar donde yo estaba era un lugar al que había que llegar en auto. No era central, digamos. Pero allá sí. Entonces ahí ya aumentó la venta», explica Carolina sobre cómo la ubicación estratégica impulsó las ventas.

A lo largo de los años, Carolina no sólo se destacó por sus chocolates, sino también por la incorporación de productos gourmet como mermeladas, syrup, infusiones, aderezos, alfajores y muchos otros productos con Calafate, un fruto típico de la región con altos antioxidantes. 

Su interés por el Calafate la llevó incluso a colaborar con estudios científicos para comprender mejor las propiedades de esta fruta. «El Calafate se da en la zona cordillerana, desde Curicó hasta Magallanes. Pero tú acá en el norte lo pillas poquito. Claro, porque tiene mucha competencia, entonces casi no se reproduce», explica sobre las características únicas del calafate.

Con el paso del tiempo, Carolina y su equipo consolidaron la chocolatería no sólo como un negocio exitoso sino también como un centro de innovación en productos gourmet en Punta Arenas. «Actualmente de mi familia, tengo en mi casa a los tres menores todavía. Los otros tres ya volaron, ya son grandes, tengo además, ¿cuántas nietas? Un, dos, tres, cuatro, cinco nietas. Mujeres, puras mujeres. Parece que este es el siglo de las mujeres», reflexiona Carolina sobre su familia y el impacto de su negocio en la comunidad.

Desafíos y el compromiso

Durante la pandemia, enfrentaron desafíos adicionales con la cuarentena más larga de Chile en Punta Arenas. A pesar de las dificultades, Carolina y su equipo lograron adaptarse y mantener la operación gracias a la dedicación y compromiso de sus colaboradoras. 

«Una de las cosas que la empresa tiene valioso no es solo su producto o la estética y calidad de los mismos, sino que es la gente que trabaja aquí», destaca Carolina sobre el valor humano que impulsa a SECRETO DE LA PATAGONIA.

Hoy en día, SECRETO DE LA PATAGONIA sigue creciendo con una nueva ubicación en Concepción, desde donde gestionan las ventas online y atienden a sus clientes en el local. Carolina y su esposo también han expandido su presencia a Santiago, estableciendo una bodega para distribuir sus productos a tiendas y restaurantes gourmet. «Es como una colonización del sur al norte», describe Carolina sobre esta última fase de expansión.

Con un enfoque en la calidad, la innovación y el cuidado de su equipo y familia, Carolina Cárdenas Bozzo ha construido más que una chocolatería: ha creado un legado en la Patagonia chilena, ofreciendo productos únicos que capturan el espíritu y los sabores del sur.

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¡Háblate bonito!

El día a día muchas veces nos trae de cabeza, de un lado hacia otro y si sumamos una cuota de estrés u otro, quizás lo menos importante en el día es la forma en la que te refieres a ti,  sin embargo, la manera en que nos comunicamos con nosotros mismos puede marcar la diferencia entre un día abrumador y uno lleno de equilibrio y  claridad mental.

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