Nancy Monsalve Velásquez, se transformó en una figura emblemática de la Caleta Los Molinos de Valdivia. Convirtiéndose en una de las primeras mujeres buzo del país, siendo catalogada como “La sirena de los Molinos” en los diarios locales. Creciendo en una familia de pescadores, desde niña acompañaba a sus padres en las faenas de pesca, generando un profundo vínculo con el mar.
Superando estereotipos en las profundidades
«En primer lugar, fue difícil convencer a mi familia de que quería aprender la disciplina del buceo. Mi madre era muy temerosa por las profundidades y lo que significaba bajar de 15 a 20 metros. Al final, aceptaron la propuesta cuando tenía 13 años» recordó Nancy, haciendo referencia a los obstáculos iniciales que enfrentó para introducirse al mundo del buceo.
Dentro de las dificultades de ser de las primeras buceadoras en la región, se encontraban los estereotipos arraigados a la industria pesquera, mayormente dominada por los hombres. «Los buzos no me querían al principio. Había mucho machismo y era mal visto que las mujeres estuvieran en los botes. Pero gracias al apoyo de mis hermanos, quienes también son pescadores, pude abrirme camino», compartió Nancy.
El mar, refugio y conexión
La pasión y las oportunidades que Nancy logró crear, la llevó a conocer las profundidades del océano de una manera que ella describe como única. «Cada vez que estaba triste, bajaba a 3 metros de profundidad, me sentaba en la arena y miraba hacia arriba. Los rayos solares pegaban en el agua y se abría un gran arcoíris frente a mí. Es una sensación de estar en una gran galaxia. El buceo y el mar son mi refugio», expresó Monsalve con nostalgia.
«Sirena de los Molinos», a sus 58 años es una denominación que sigue llevando con orgullo. «Salir en el diario por ser una de las pocas buceadoras de Chile en su momento fue un honor. Significó mucho para mí y para las mujeres que aspiraban a lo mismo», añadió Nancy. Al día de hoy sigue siendo una figura activa en la comunidad, siendo comerciante independiente, dueña de una pequeña pyme de comida casera y la única mujer en el sindicato de pescadores artesanales de Los Molinos, donde venden productos del mar.
Madre de 4 hijos, Nancy sigue buceando y toma cada oportunidad que tiene para seguir haciéndolo. «Mi vida es el mar y el mar es mi vida. Es una bendición poder vivir de lo que amo», concluyó Monsalve, con el objetivo de seguir protegiendo y explorando el océano que tanto la acompaña y ama.
