En esta oportunidad, conversamos con Leonardo Lavanderos, biólogo y doctor en Ciencias de la Universidad de Chile, ha sido precursor en el desarrollo de la teoría Relacional del Conocimiento junto con el ecólogo y médico, Alejandro Malpartida. Lo más destacado en sus investigaciones, son los modelos teóricos como la Ecopoiesis, el cual vincula el sistema relacional y el sistema de recursos para fomentar comunidades sostenibles.
La ecopoiesis es el proceso vincular entre el sistema relacional (sostenibilidad) y el sistema de recursos (sustentabilidad) que genera comunidad. En el contexto de los modelos teóricos relacionales desarrollados por mí y el Dr. Alejandro Malpartida, la ecopoiesis se entiende como un marco para analizar y fomentar relaciones que integren tanto la sostenibilidad como la sustentabilidad. Nuestros modelos relacionales enfatizan la importancia de la cohesión, comunicación, coordinación y liderazgo (CO4) en la creación de sistemas comunitarios robustos y sostenibles.
La ecopoiesis se centra en la creación de vínculos que promuevan la sostenibilidad y la sustentabilidad a través de relaciones cooperativas y armoniosas. En contraste, la sismogénesis implica la generación de conflictos y tensiones que desestabilizan los sistemas. Mientras que la ecopoiesis fomenta la creación de comunidades resilientes y sostenibles, la sismogénesis puede llevar a la fragmentación y la explotación de recursos, afectando negativamente la viabilidad y el equilibrio de las organizaciones.
La sostenibilidad indica que solo es posible viabilizar relacionalmente las unidades vivas, en particular las organizaciones humanas, si se entiende la cultura y la naturaleza como una unidad relacional y no como elementos que se unen. No son partes separadas que se combinan, sino una relación integral.
Nuestras investigaciones en cibernética organizacional destacan la importancia de las relaciones y los vínculos en la configuración y el funcionamiento de los sistemas. Proponemos que las soluciones sistémicas deben basarse en fortalecer los vínculos y la cooperación, en lugar de la mera explotación de recursos. Esto implica diseñar organizaciones que valoren la interdependencia y la colaboración, creando entornos donde los recursos se gestionen de manera sostenible y equitativa.
La teoría de la ecopoiesis ofrece un marco para repensar nuestras prácticas económicas y productivas en términos de viabilidad y espiralidad. La diferencia fundamental entre una concepción circular y una espiral es que la última permite el desarrollo, ya que cada espira contiene el desperdicio generado en la anterior. Esto implica que el sistema de relaciones es sostenible y el manejo de los recursos es sustentable. Si el llamado cambio climático tiene asociado la producción humana como causa de su aceleración, entonces una economía en espiral no permitiría que el crecimiento fuera quien determinara la economía. Además, corregiría la ecuación del PIB introduciendo cuotas de desperdicio, lo que haría imposible hablar de crecimiento en términos tradicionales. La ecopoiesis, al promover este enfoque espiral, marca una obligación política que hace necesaria el aceptar la inviabilidad del modelo neoliberal.
La «nosotrificación» se refiere al proceso de construir una identidad colectiva y solidaria basada en el «nosotros» en lugar del «yo». En nuestra propuesta de comunitarismo, la nosotrificación es fundamental para fomentar relaciones robustas inclusivas y cooperativas. Al priorizar el bienestar colectivo y la ecodependencia, esta idea puede transformar las dinámicas de poder y los modelos económicos hacia sistemas más justos y viables.
La respuesta de la comunidad académica y científica ha sido en general positiva, reconociendo la relevancia y el potencial innovador de nuestras propuestas. Sin embargo, la implementación práctica enfrenta desafíos significativos, como la resistencia al cambio de los modelos tradicionales y la necesidad de crear políticas y estructuras que apoyen estas nuevas perspectivas. Además, es crucial promover una mayor conciencia y comprensión de estos conceptos entre los tomadores de decisiones y la sociedad en general para facilitar una transición efectiva hacia prácticas colaborativas.