La directora de la Fundación Antonia, Consuelo Hermosilla, relata la motivación que la impulsó a conformar esta organización hace 7 años. “Creo que no se lo merecía, creo que quiso tanto, tanto para haber terminado así. Y esa injusticia me hizo desde lo más profundo querer trabajar”, respondió Consuelo, madre de Antonia.
A lo largo de 7 años de arduo trabajo, los voluntarios de la fundación han encontrado gratificación en ayudar a personas que fueron sobrevivientes de violencia en el pololeo, educando a la población con respecto a cómo prevenir e identificar este comportamiento tóxico.
Educación
Consuelo hace énfasis en la importancia de educar sobre la violencia de género y la necesidad de desestimar los estereotipos estipulados en la misma. Además, señala que la responsabilidad es tanto del sistema jurídico como de la sociedad en general, al normalizar o burlarse de ciertas situaciones que podrían ocurrirle a cualquiera.
“Las personas que ejercen violencia saben dónde está la línea para ejercer violencia, son hábiles saben hasta dónde pueden llegar, porque tienen un sistema jurídico que se los permite, y tienen una sociedad tremendamente machista, tremendamente patriarcal que lo permitimos”, comenta Consuelo.
Tras la sombra de la contradicción
“Yo lo que siempre digo es que, a las sobrevivientes de violencia, se les enferma la voluntad porque no es posible que a la gente que le ocurra esto, sea sólo gente tonta o enferma. El decir esto es una ignorancia del porte de un buque, porque le puede pasar a cualquier tipo de persona, y con cualquier tipo de educación”, afirma Consuelo.
Hermosilla explica cómo el agresor identifica, estudia y manipula a su víctima, acorralándola en un ambiente de contradicciones que socavan su autoestima y voluntad. Juegan con aquello que saben que lastima a la víctima, fingen intentar curarla, pero ahí es donde causan daño y generan una dependencia en él.
Esta fundación guiada por la visión de Consuelo se ha convertido en un faro de esperanza para aquellos que han sido sobrevivientes de violencia, al día de hoy, ella y el equipo de voluntarios trabajan para formar una sociedad justa y segura, “por favor no opines si no sabes, por favor piensa en la otra persona”, sostiene la directora de la fundación Antonia.